F.A. Hayek : ..todo gobierno supervisor de monopolios tiende a convertirse en protector de monopolios...".
"Hay una gran diferencia entre tratar a los hombres con igualdad e intentar hacerlos iguales. Mientras lo primero es la condición de una sociedad libre, lo segundo implica, como lo describió Tocqueville "una nueva forma de servidumbre"".
F.A. Hayek, Individualism and Economic Order (Chicago: The University of Chicago Press, 1948)
Con el propósito de de reflexionar sobre las costumbres del pueblo, en la llamada democracia.
La democracia en Colombia
Luis Prieto
La democracia se define, en
términos generales, como un sistema que defiende la soberanía del pueblo y el
derecho del pueblo a elegir y controlar a sus gobernantes. En Colombia, como en
la mayoría de los países de dicho sistema, sus autoridades se dividen en
presidencia, congreso, gobernadores, asambleas departamentales y alcaldes
municipales, todas elegidas por el voto popular.
No entremos aquí a tocar más
temas sobre democracias a medias, que las hay, en diferentes países con
diferente reparto del poder y que en el momento no nos conciernen.
Se supone que esta decisión
de democracia es la mejor y más efectiva. Por esta razón fue escogida por
Colombia desde sus primeros años, a partir de su llamada independencia. Y
también por otros países de este continente, los cuales la practican de acuerdo
con la personalidad del presidente.
Mirando sin pasión los
resultados de la democracia colombiana, no es mucho lo que tenemos que
celebrar. Colombia desde que se instituyó como república, implantó esta
democracia, revisada varias veces a lo largo de su vida. Para el suscrito,
resultados muy decepcionantes. El país, con algunas excepciones, sigue al mismo
nivel que tenía cuando su fundación. La pobreza, que se supone lo primero que
un poder debe atender y componer, persiste más o menos en las mismas
condiciones, de lo que ha sido su vida.
La riqueza sigue muy
concentrada y creciendo. La nueva riqueza generalmente es producto del robo de
las arcas oficiales, por parte de extraños, y de funcionarios internos. La
nueva riqueza proviene de la coca y el narcotráfico. Esa es la triste realidad.
La criminalidad expresada en
su máxima expresión, está representada por la Farc. El crimen encarnado en los
más peligrosos guerrilleros, con fortunas extraídas de la coca, el
narcotráfico, el asesinato, la extorsión, el secuestro, está entrando a
legislar al capitolio, el recinto más sagrado, hasta por las democracias más
primitivas. Pero esto no para aquí, todos estos criminales llegarán al Congreso
limpios de todos sus pecados mortales, por la inmunidad que los acuerdos
celebrados en La Habana, así se decidió. Están entrando como Pedro a su casa,
con curules regaladas en los acuerdos del Presidente de Colombia y el personero
de los terroristas, Timochenko.
Si la democracia escogida
por Colombia desde su nacimiento con una interpretación estricta en la selección
de sus funcionarios, así fueran estos excesivos, otra sería nuestra suerte.
Pero eso no es así. Los que
pretenden llegar a los altos poderes han convertido al pueblo votante en
personas de baja categoría, enseñados al voto comprado y vendido, a la trampa
electoral.
Esta fotografía muestra el
deterioro horripilante de la población colombiana. Se hace trampa y acuden a
todos lo que sea necesario para llevar a sus jefes a las posiciones de poder.
Jefes estos, acostumbrados a esta forma de elección electoral, también llegan
allí con mañas y maneras de enriquecerse a las buenas o a las malas.
Por esta situación que
compromete también a presidentes y ministros, las gentes adineradas recurren a
ponerse a salvo fuera de su país. A salvo también sus bienes y evitar así lo
que le puede pasar dejándolas a merced de los acontecimientos inciertos, que se
nos vienen encima. Son dineros y bienes que el país necesita y cuya evasión le
produce mucho daño.
Por estas razones y muchas
otras más, nos hacen decir que esta democracia nuestra, es una democracia de
mentiras. Es insegura en forma creciente, con terroristas legislando la suerte
nacional. Además de un exceso de parlamentarios de muy baja condición cultural
y académica, con escasas excepciones. Condiciones iguales, a los gobernadores y
alcaldes elegidos por el pueblo raso.
Leyendo un periódico
europeo, encuentro una información sobre un proyecto de ley del gobierno Suizo,
presentada a sus ciudadanos para pedirles un tributo adicional para unas obras
importantes. Esta solicitud fue presentada y pasó lo que nadie creía que podía
pasar. Que el pueblo autónomamente se manifestara para decirle al gobierno que
estaba equivocado, y que para hacer lo que pretendía, era necesario más del 50%
del dinero pretendido. Uno se pregunta cuántos miles de años existen para que
Colombia tenga un pueblo de esta naturaleza, es decir, como el pueblo suizo.
Nunca lo veremos, ni nunca lo verán nuestros descendientes.
Fecha de publicación:
Martes, Noviembre 21, 2017
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